Wisk, con sede en California, propiedad de Boeing y Kitty Hawk, la empresa de vehículos aéreos fundada por el cofundador de Google, Larry Page, es uno de las decenas de fabricantes especializados en vehículos eléctricos con despegue y aterrizaje vertical, pero se diferencia de ellos por concentrar esfuerzos en vuelo autónomo.
«Nuestra opinión es que la gran ventaja estratégica de Wisk es ir directamente a un avión de un solo vuelo, construyendo esos principios en todos los niveles de diseño y desarrollo», dijo a Reuters Marc Allen, director de estrategia de Boeing.
La decisión de superar a una generación de aviones pilotados eVTOL desarrollados por nuevas empresas independientes y algunos grupos aeroespaciales implica la entrada en servicio más tarde del objetivo de 2024 establecido por la mayoría de los competidores.
Boeing se ha negado a dar una fecha para lo que llama el vehículo de pasajeros Wisk de sexta generación, pero fuentes de la industria dicen que la idea es presentarlo para su certificación alrededor de 2028.
Boeing dijo que el vehículo diseñado por Wisk será el primer vehículo de pasajeros autónomo en ser certificado en los Estados Unidos.
Wisk dijo en un comunicado que la inversión de 450 millones de dólares de Boeing la convertiría en «una de las empresas mejor financiadas» de su tipo, pero no proporcionó más detalles.
La recaudación de fondos sigue a una serie de fusiones de miles de millones de dólares de competidores, en una tendencia que se ha desacelerado recientemente.
Los analistas dicen que la fecha límite de certificación sigue siendo una fuente clave de incertidumbre en la industria, cuyos debuts incluyen a Joby y Archer de California y los rivales europeos Lilium y Vertical Aerospace.
Boeing tiene una participación mayoritaria no revelada en Wisk.
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